Webinar: Comunidades Energéticas sin dejar a nadie atrás

Reseña

Las Comunidades Energéticas deben tener en cuenta el marco general de medidas contra la pobreza energética, y no sólo para incluir a las personas y los hogares en riesgo de vulnerabilidad como socios y socias, también para superar estas mismas medidas de carácter público con otras que desborden el modelo imperante que mercantiliza los suministros básicos como la energía eléctrica y los servicios energéticos.  

Esta es la idea fundamental que hemos extraído a partir de este magnífico webinar donde Andrea Vides de Dios ha hecho un recorrido muy bien estructurado sobre las políticas públicas en pobreza energética, los indicadores que sustentan las diferentes medidas como el bono social o la garantía de suministros básicos para hogares vulnerables o que sufren precariedad energética, y que se sustentan en la creencia (no probada) de que las causas de la pobreza energética residen en el consumo elevado y hábitos ineficientes, y que las ayudas puntuales son la solución a esta problemática. Junto a esta creencia, hay que cambiar también la nomenclatura y sustituir “pobreza energética” por “precariedad energética”, incluyendo en el concepto los factores estructurales que generan desequilibrios en el acceso a lo que debería ser un bien básico como es la ENERGÍA.  

Andrea nos ha hablado del papel que ha jugado Enginyeria sense Fronteres (EsF) y la Alianza contra la Pobreza Energética (APE) en un estudio para la ONG Amigos de la Tierra, sobre cómo hacer de las comunidades energéticas un instrumento contra la precariedad energética, en un abordaje múltiple con cuatro ejes:

1. Inclusividad y participación
2. Garantizar el acceso a la energía
3. Rehabilitación y eficiencia
4. Empoderamiento

Las medidas planteadas en el estudio son fruto del trabajo interno de los grupos de asesoramiento colectivo de EsF/APE, y anticipan que aunque aportan un marco de análisis que obedece a las necesidades observadas, las propuestas siguen abiertas al debate y la concreción en el seno de las propias comunidades energéticas.

Entre las preguntas del público, la ausencia de la refrigeración (hasta ahora sólo calefacción) entre los indicadores de salud / vulnerabilidad energética, la necesidad de incluir no sólo el acceso a la energía, también a los servicios energéticos y la movilidad compartida, o los bancos de tiempo como sustitutivos de intercambio económico (cuotas de acceso al autoconsumo) para hogares en situación de vulnerabilidad. Cuestión esta que confronta con una de las medidas del estudio, que hace referencia a la confidencialidad en el tratamiento de datos y el propósito de no-estigmatizar a los socios y socias en riesgo de vulnerabilidad.